AFROMEXICANOS: UN PUEBLO INVISIVILIZADO
Para entender el contexto social mexicano es importante conocer los momentos históricos más emblemáticos por los que ha pasado su población. Durante el periodo virreinal (1521-1821) se estima que entre 250 mil y 500 mil africanos entraron de manera legal a la Nueva España. Posteriormente, con la conformación del Estado mexicano y la abolición de la esclavitud, las poblaciones africanas pasaron a la invisibilidad, pese a su importante contribución política, económica y cultural en el país. A diferencia del indígena, el negro tuvo mayores dificultades para encontrar los medios para conservar su cultura y su proceso de inserción tendió a la ocultación. El término afromexicano es utilizado para identificar a los mexicanos de ascendencia africana y sus comunidades se concentran principalmente en los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
Aunque México es un país que se caracteriza por su multiculturalidad, también destaca por sus desigualdades sociales y discriminación en contra de sus minorías. Los afromexicanos son víctimas de tratos indignos, la mayoría de las veces, debido a su tono de piel. Hasta la fecha, el reconocimiento de la población negra en México es casi nula, por lo que no se les reconoce plenamente como mexicanos. Esto ha impedido que ejerzan plenamente sus derechos y no se les tome en cuenta en la elaboración de políticas públicas que les afectan directamente. El rechazo y el asilamiento son una constante en la historia de los afromexicanos.
Las personas afromexicanas forman parte de un grupo históricamente invisibilizado. Si no se ven, tampoco se pueden contar. No fue hasta el 2015 que se realizó el primer censo que tomó en cuenta a las comunidades afromexicanas. Este censo fue uno de los primeros intentos por visibilizar a la población afrodescendiente y conocer su situación económica y social. Los censos han demostrado que las personas que se identifican como afromexicanas representan aproximadamente el 2% de la población nacional. Se cree que esta cifra podría ser más alta ya que no toma en cuenta los casos de las personas que niegan su identidad como afromexicanas por temor a ser excluidas.
Este es un pequeño avance en el desarrollo de políticas en favor de los derechos de los afromexicanos, ya que el primer paso es reconocer que existen, pero, pese a los avances, la lucha por su reconocimiento constitucional persiste. El artículo 2° de la Constitución Mexicana resalta la composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. En este sentido, el artículo excluye a los afromexicanos porque, a pesar de ser una minoría, no hablan estrictamente una lengua indígena y sus rasgos culturales y raciales difieren. Como consecuencia, se aprobó una reforma al artículo 2do en la que se reconoce a los pueblos afrodescendientes y evitar, como sucedía anteriormente, que fuera excluidos de programas y apoyos orientados a preservar las identidades nacionales.
Los afromexicanos luchan todos los días por su reconocimiento y exigen el lugar que históricamente se les ha negado en la sociedad mexicana. Es deber del gobierno mexicano garantizar al pueblo afromexicano el goce pleno de todos sus derechos humanos y las libertades fundamentales de conformidad con los principios de no discriminación. La creación de instituciones y programas particulares de atención a comunidades afromexicanas, así como la instrumentación de mecanismos que les permitan participar en la toma de decisiones serán esenciales para preservar su cultura y legado histórico.
Visibilizar al pueblo afromexicano es una manera de reconocer la diversidad cultural que conforma México y un medio eficaz de mitigar las desigualdades sociales, el racismo y la discriminación que permean la estructura social. Para avanzar en la lucha por visibilizar a los afromexicanos como parte integral de la sociedad y asegurar que se respeten sus derechos, la sociedad mexicana deberá evitar ser partícipe en los actos de discriminación en contra de esta minoría. Hablar sobre los afromexicanos debe trascender los estereotipos y juicios que rodean a estas poblaciones y apostar por el reconocimiento y preservación de su identidad.
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